y ahora nada es nada, y solo oigo ruidos de una radio que no se sintoniza, oigo ecos de esperanza, oigo el forcejo del que estrangula y el agonizante ronquido del que es estrangulado.
y nada es nada y el sentido emprende un nuevo viaje a ninguna parte, y explotamos como bombas y todo es confeti.
y es que en nuestra agonía aún seguimos viviendo, seguimos creando fantasías irracionales, huecos de lógica sin sentido, somos ciegos y sordos y ahogados en soledad, y solo se oye un eterno pitido ensordecedor que solo chilla una palabra; absurdo.
y se ahoga en la búsqueda, y otro adora porque adora y no se da cuenta de nada.
y ese día no necesitaré nada del mundo, ese día no hará falta ya nada para vivir, y las mayores verdades surgirán cuando estemos pensando en otra cosa.
el día en que solo nos dediquemos a la lucha en el exterior, en vez de dividirnos y delimitarnos en luchas internas. QUE CADA MINUTO MORIMOS.